01. Ready For It...?

02. I Did Something Bad

03. Gorgeous

04. Style / Love Story / You Belong With Me

05. Look What You Made Me Do (Parte 1 / Parte 2)

06. End Game

07. King Of My Heart

08. Delicate

09. Shake It Off

10. Dancing With Our Hands Tied

11. I Don't Wanna Live Forever 

12. Blank Space

13. Dress

14. Bad Blood / Should've said no

15. Don't Blame Me (Parte 1 / Parte 2)

16. Long Live / New Year's Day

17. Getaway Car (Parte 1 / Parte 2)

18. Call It What You Want

19. We Are Never Ever Getting Back Together / This Is Why We Can't Have Nice Things (Parte 1 / Parte 2)

Dirección: Lee Unkrich & Adrián Molina

País: Estados Unidos

Año: 2017

Duración: 110 minutos

Género: Animación / Comedia / Familiar

Interpretación: -

Guion: Adrián Molina, Matthew Aldrich  

Música: Michael Giaccino

Fotografía: Matt Aspbury, Danielle Feinberg

Presupuesto: 200 millones (aproximadamente)

COCO

Antes de que diese comienzo, auguraba convertirse en una de las grandes películas del año. Disney ya había hecho público su anuncio hace más de dos años, concretamente en agosto de 2015, durante la D23 Expo celebrada en California, conferencia anual en la que acostumbra a presentar el calendario de próximos estrenos. Bajo el nombre de "Día de Muertos", la compañía presentaba la que sería una de sus grandes apuestas para los próximos años. Sin embargo, se vio obligada a modificar el título original, el cual había sido pensado dos años antes, en 2013, tras enfrentarse a una serie de problemas de carácter ético y semántico con la comunidad mexicana. Estos inesperados acontecimientos provocaron que Disney decidiese simplificar el título reduciéndolo a una única palabra: Coco. 

Ambientada en Santa Cecilia (México) y basada en la célebre festividad del Día de Muertos que allí se celebra, la película narra la historia de Miguel Ribera, un niño de doce años que sueña con convertirse en un gran músico siguiendo los pasos de su ídolo, el cantante y compositor Ernesto de la Cruz. Sin embargo, el pequeño aspirante no lo tendrá nada fácil, puesto que en su familia existe una prohibición expresa hacia la música que se remonta varias generaciones atrás, cuando su tatarabuela se vio sola y abandonada después de que su marido, que quería dedicarse a la música, decidiese emprender un viaje en solitario para perseguir su sueño, alejándose de su familia. Como consecuencia de ello, ninguno de los miembros de su familia lo apoya en la lucha de sus sueños, a excepción de su bisabuela, Coco, en quien puede confiar y en quien se refugia.  

Tras varios años en los que la compañía de animación ha sufrido una fuerte crisis de imaginación, Coco recupera el frescor característico de la marca Disney, que, desde mi punto de vista, se había perdido durante estos últimos años, en los que la tendencia de la multinacional ha sido bien franquiciar algunos de sus mayores éxitos animados (como Buscando a Dory) o convertirlos en ficción de carne y hueso (como La Bella y la Bestia). Disney ha conseguido recuperar su propia esencia, su elixir del éxito, con esta novedosa historia con la que se mantiene fiel a sus principios y dota de sus mejores ingredientes: la música, la animación y los sentimientos.

Con unos planos generales tan impresionantes que te quitan la respiración, y unas caricaturas simpáticas y modernas, Disney ha conseguido dar un paso más allá tratando un tema muy peliagudo que nunca antes se había atrevido a abordar como grueso argumental de una de sus películas: la muerte. Con las grandes dosis de imaginación y fantasía características de sus producciones, la compañía ha introducido a los más pequeños de una forma realmente sublime un tema tan difícil de tratar como importante, distribuyendo grandes lecciones morales. 

De nuevo, la música vuelve a cobrar una gran relevancia en todo el largometraje, de principio a fin. Mención especial merece Recuérdame, tema principal de la película interpretado por Carlos Rivera, si bien todas las canciones aportan fluidez, frescura y esencia propia al film.

La trama argumental no es solo una de las principales novedades. La película en sí es una feliz excepción. Si la historia sucede íntegramente en México, ¿por qué no mantener el idioma autóctono?. La decisión de Disney España de estrenar la película en español mexicano en todos los países hispano-hablantes supone un hito en la historia de la compañía, que desde 1992 comenzó a doblar todas sus películas abandonando el característico español neutro creado y utilizado por la compañía hasta entonces. La importancia del lenguaje en el largometraje es fundamental en tanto en cuanto el espectador puede vivir la historia desde la propia esencia, con un mayor grado de matices y una mayor sensación de verosimilitud que chocan con la ingente cantidad de magia contenida en la película.

Resulta difícil exponer de forma sumaria mis impresiones. Quizás, si tuviese que definir o resumir la película en pocas palabras estas serían "puro sentimiento". La actualidad y cercanía del tema provocan un sentimiento de reconocimiento y apelación que llega directo al corazón del espectador. Es bien conocido que las películas de Disney, pese a que son aptas para toda la familia, se ven con ojos muy distintos dependiendo de la edad. Por ello, es más que probable que la cinta resulte mucho más dura y provoque un mayor impacto en los más mayores

En definitiva, Coco es una maravilla audiovisual de visionado obligatorio con un trasfondo y una historia de superación y de lecciones morales muy importantes; una película cargada de sentimientos que, sin duda, sabrá como tocar la fibra sensible que todos tenemos y que, por el momento, ha ganado un Globo de Oro a la mejor película de animación y acumula varias nominaciones a los Oscar, BAFTA, Annie y Critics Choice Awards entre muchos otros.

Dirección: Stephen Chbosky

País: Estados Unidos

Año: 2017

Duración: 110 minutos

Género: Drama / Comedia / Familiar

Interpretación: Jacob Tremblay (Auggie Pullman), Julia Roberts (Isabel Pullman), Owen Wilson (Nate Pullman), Izabela Vidovic (Via Pullman), Noah Jupe (Jack Will)...

Guion: Steve Conrad, Jack Thorne

Música: Marcelo Zarvos

Fotografía: Don Burgess

Presupuesto: 20 millones 

Estreno en España: 01 de diciembre, 2017

Adaptar una novela al ámbito cinematográfico es una práctica más que recurrente en el panorama cinematográfico actual. Sin embargo, pocas son las que necesitan verdaderamente del audiovisual para poder definir y perfeccionar las imágenes que sobre el libro componemos a través del maremágnum de palabras y sentimientos. 

Wonder es de esas películas en las que el sentimiento y las emociones a flor de piel son la esencia del relato audiovisual. El film narra la vida del Sol del planeta Pullman, el pequeño Auggie, el cuál nació con una extraña deformidad en la cara y que le ha supuesto un calvario desde su nacimiento. Ahora, con diez años, debe dejar la educación de su madre (interpretada por la sobresaliente Julia Roberts) y empezar su vida en el colegio. 

Resulta mágico como Chbosky consigue convertir una trama tan melancólica y delicada en una historia esperanzadora, de amistad y superación con un reparto de actores compuesto en su gran mayoría por jóvenes promesas del mundo de la interpretación que logran transmitir fielmente al espectador el impacto concreto de cada escena. 

La película, divida en varios bloques presentando en cada uno de ellos la perspectiva de la historia de los personajes resulta cuanto menos acertada y le imprime cierto ritmo e intriga a los sucesos que implican a cada uno de los diferentes personajes. Sin embargo, esa magia tiende a desvanecerse en los diálogos, que resultan ligeramente forzados y poco ágiles y certeros en ciertas situaciones, lo que hacen que la película no resulte completamente cohesionada y vacía. 

Asimismo, el tratamiento que el director hace del argumento de la película hace que carezca de verosimilitud a la hora de resolver los problemas con los que se encuentra Auggie, problemas ante los que un niño tan pequeño muy difícilmente habría reaccionado del modo en que lo hace el protagonista y que acaban pecando de la típica película de superación estadounidense. 

No obstante, reducir el largometraje a este aspecto sería ruín y poco justo, puesto que la idea va mucho más allá, mostrando los aspectos más lacerantes y peliagudos pero también los más tiernos y auténticos. Además, sirve como aleccionador moral y material didáctico no solo para los más pequeños de la casa, sino también para padres y madres, ahondando en un mundo repleto de posibilidades para aquellos y aquellas que experimenten o atraviesen situaciones similares. 

En suma, creo que es un largometraje entrañable, de una enjundia mucho mayor de la que puede parecer superficialmente; que sabe llegar al corazón y resulta un producto más que moralizador, apto y entretenido para todos los públicos, cuyas máximas consiguen cautivar y calar al espectador.