Mr Galisteo

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jueves, 10 de noviembre de 2016

¡Buenos días a todos y a todas! Bienvenidos a este nuevo post 

Últimamente he tenido muy poquito tiempo para escribir y han ocurrido muchos acontecimientos sobre los que me gustaría dedicar unas palabras públicas por aquí. No han sido unos días muy fáciles ni tampoco muy felices, especialmente tras la inesperada victoria de Trump en las elecciones americanas, evento al que dedicaré un post lo más pronto posible. 

El tema que vengo a tratar hoy es la muerte de una de los icono transgénero más representativas en España de todos los tiempos: Cristina Ortiz Rodríguez, más conocida por "La Veneno".

Una vida complicada

La vida de esta vedette, "cantante" y actriz española ha sido extremadamente difícil. Si hoy día, las personas transgénero suelen tener una vida muy complicada, entre otras cosas, por la sociedad; en los tiempos que le tocó vivir a La Veneno, lo era mucho más. 
Era conocida en España por haber sido la estrella de los programas de televisión "Esta noche cruzamos el Mississippi" y "La sonrisa del pelícano", emitidos a finales de los años 1990 y presentados por el periodista Pepe Navarro.

La infancia de José Antonio

Procedente de una familia humilde y compartiendo hogar con cinco hermanos más, José Antonio Ortiz Rodríguez (nombre con el que sus padres decidieron llamarla), su adolescencia estuvo marcada por la incomprensión y la dureza de la sociedad, incapaz de entender por qué no entendían su identidad sexual. 

Esta incomprensión hizo que, finalmente, tuviese que abandonar el pueblecito almeriense de Adra donde vivía con su familia, para comenzar una nueva vida en la capital con su mejor amiga, La Piraña. Allí, comenzó a vestirse como la mujer que se sentía e inició su proceso de transición. 

El salto a la fama

La Veneno participó en numerosos programas del corazón hasta su muerte, siendo su última aparición en "Sálvame Deluxe" el 15 de octubre. Ejerció la prostitución y protagonizó dos películas porno y dos singles musicales, el más conocido de ellos, "Veneno pa' tu piel". El 3 de octubre de 2016, tras siete años de demora, finalmente publicó sus memorias. 

Su vida no fue nada sencilla, con numerosos problemas derivados de sus parejas, la sociedad, su familia que incluso la llevaron a prisión en múltiples ocasiones. 

Un final inesperado

Finalmente, el 7 de noviembre de 2016, nos llegaba una noticia de última hora: La Veneno se encontraba hospitalizado en coma en estado muy grave y se temía por su vida. Aún no se conocen las causas de su muerte, aunque son dos las hipótesis que cobran mayor probabilidad: un suicidio, debido al consumo de alcohol y ansiolíticos; o un ajuste de cuentas, producto de su última publicación, "Ni puta ni santa: las memorias de La Veneno", libro que contenía información confidencial y comprometedora, donde La Veneno contaba con qué personajes importantes había compartido cama. 

#DEPVeneno

Ayer, 9 de noviembre de 2016, solo tres días después de esta noticia, a primera hora de la mañana, se confirmó su fallecimiento a los 52 años de edad. 

Con esta entrada quería rememorar su difícil vida, ya que, a pesar de ser una persona vulgar y grosera (como todos sabemos), siempre ha hablado de forma clara y sin tapujos. Gracias por ser tan tú, por hacernos reír con tus ocurrencias y por ser un icono LGTB para el colectivo transgénero. Has sido muy fuerte y has aguantado mucho, luchadora. Descansa en paz, Cristina. 

Nos vemos en el próximo post

Un saludo 

Un vídeo publicado por Mr Galisteo (@mrgalisteo) el





viernes, 4 de noviembre de 2016

¡Muy buenos días a todos y a todas! ¡Feliz viernes!

Hoy os vengo a hablar de un tema que está a la orden del día en los jóvenes, pero del que llevo mucho tiempo queriendo expresar mi opinión: la fiesta. 

Si algo caracteriza a los españoles es su gusto por la fiesta. Los españoles celebran prácticamente todos los acontecimientos saliendo de fiesta. Es una práctica muy común entre los adolescentes, quienes suelen salir de fiesta al menos una vez por semana. Y digo "suelen" porque no me incluyo dentro de esta aplastante mayoría. 

Ayer, 3 de noviembre de 2016, salió a la luz en todos los telediarios y periódicos la muerte de una niña de tan solo 12 años el pasado 28 de octubre en el municipio madrileño de San Martín de la Vega en una fiesta con motivo de la celebración de Halloween debido a que había ingerido grandes cantidades de alcohol. 

La media a la que los españoles comienzan a beber alcohol es alarmante: entre los 13 y los 14 años. Los jóvenes perciben esta sustancia como la menos peligrosa y es por eso por lo que frecuentemente celebran sus alegrías y olvidan sus desgracias bebiendo. 

Sinceramente, me parece un hecho más que lamentable e incomprensible. Jamás entenderé por qué en España todo, absolutamente todo, se tiene que celebrar bebiendo. 

Desde mis vivencias personales, jamás he sido un chico al que le guste salir de fiesta, ni beber, ni ir a discotecas. Pienso que, de vez en cuando, no está mal salir con los amigos y tomarse unas copas o unos chupitos, pero jamás llegaré a entender qué tiene de divertido ingerir enormes cantidades de alcohol o el hecho de por qué hacerlo.  

Siempre he sido "el rarito" por este motivo. Parece ser que si no te gusta salir de fiesta, la sociedad te tacha de aburrido. Al menos así siempre ha sido en mi caso. Y déjenme discrepar: creo que existen muchas más formas de divertirse que no pasan precisamente por ir a una discoteca o irse de copas. Pero, si por eso la sociedad quiere tacharme de aburrido, táchenme, que yo prefiero quedarme "aburriéndome". 

¿Cuál es tu opinión acerca de la fiesta? ¿A qué edad comenzaste a beber? ¿Con qué frecuencia acudes a una discoteca? ¿Por qué motivo bebes alcohol? ¿Es posible divertirte sin ingerir alcohol? ¿Qué opinión te merece el suceso del fallecimiento de la joven por la ingesta de alcohol? 

Nos vemos en el próximo post

¡Un saludo! 

miércoles, 2 de noviembre de 2016

¡Muy buenas a todos y a todas! Sean todos bienvenidos 

Hoy os vengo a hablar sobre cultura y más concretamente sobre la Fiesta del Cine que tuvo lugar entre el lunes y el miércoles de la semana pasada (24-26 octubre). Quería haber escrito este post mucho antes, pero desgraciadamente los quehaceres universitarios y mi estado de salud delicado me lo impidieron.

Una fiesta que batió records

Con entradas hasta un 70% más baratas que un día convencional, el lunes, martes y miércoles de la semana pasada tuvo lugar la XI Edición del Festival de Cine en España. El módico precio de las entradas a 2,90 euros marcó un nuevo récord de asistentes en las salas españolas de cine: 2.651.494 millones de personas (casi medio millón de espectadores más que en la edición anterior) disfrutaron de las últimas novedades cinematográficas.

Calidad y variedad

El último filme de J. Bayona, "Un monstruo viene a verme" fue el filme más visto en todas las salas españolas durante este último festival, seguido de "La chica del tren" e "Inferno".  En el top 10 de películas más vistas en este festival también figuran la última de Tim Burton, "El hogar de Miss Peregrine para niños peculiares", "La fiesta de las salchichas" y "Cigüeñas".

Unas cifras históricas 

El español de media, que acude dos veces al cine de media a disfrutar de una película, acudió hasta dos veces más durante estos tres días de festival. Los datos hablan por sí solos: el lunes 24 supuso el mejor arranque de un Festival del Cine desde que hay registros con casi 640.000 entradas vendidas; el martes 25 las cifras aumentaron hasta superar las 925.000 entradas vendidas; y el miércoles se saldó con más de un millón de entradas vendidas. Para encontrar un dato similar hay que remontarse a 2009, aunque el récord histórico, de 1,3 millones de espectadores, continúa siendo el 7 de diciembre de 2003.

Resultado satisfactorio, tendencia preocupante


El resultado, más que positivo, es claro: salas repletas de espectadores de todas las edades que pudieron disfrutar de la excelente y variada oferta cinematográfica, frente a los 25 espectadores de media que suelen llenar una proyección cinematográfica. 

Tan solo 20 de las 2040 películas exhibidas en 2015 alcanzaron el 47% del total de los espectadores, un dato realmente preocupante, ya que de media las salas solo cuentan con 25 espectadores. En cuanto a los gustos del público, el cine estadounidense es el que prima claramente en el panorama cinematográfico español: el 63% de las personas que van al cine acuden a ver una película estadounidense, frente al 19% del cine español.

El problema fundamental: el precio


Las entradas, que rondan los seis euros de media en todos los cines españoles, son muy superiores a lo que un español medio puede permitirse. El precio, sin embargo, suele ser muy superior, situándose en torno a los nueve euros, por ejemplo, en los cines madrileños. La piratería en Internet y el IVA cultural del 21% constituyen los principales enemigos de las salas, ya que mientras que el IVA tan elevado hace que el precio de las entradas sea excesivamente elevado, la piratería posibilita la visualización gratuita de la película.


No obstante, en teoría España es uno de los países con las entradas de cine más accesibles en comparación con otros países de la Unión Europea. El precio medio es de seis euros, un precio similar al que pagan los italianos y los franceses por ir al cine; muy por debajo de países como Reino Unido, Holanda o Alemania (cuyo precio medio de la entrada de es ocho-nueve euros), pero por encima de Portugal, donde ir al cine cuesta únicamente cinco euros de media.

Una realidad muy preocupante...

Recientemente, he leído un artículo actual que fue publicado en el periódico El Mundo, el cual habla sobre la drástica caída a la asistencia de espectáculos culturales. Desde el inicio de la crisis, el consumo de teatro ha decaído un 30%, un 35% la asistencia a conciertos y la compra de música se ha reducido a la mitad.

Continuamos inmersos en una profunda crisis desde hace ya más de una década, donde los productos culturales han sufrido un encarecimiento drástico y continuado, y las ventas culturales y la asistencia a espectáculos culturales continúan en un pronunciado y preocupante descenso. Este es el triste panorama cultural español, donde el español medio no puede acudir más de dos veces anuales al cine debido al precio de las entradas.

Momento de reflexionar...

Podríamos decir que existen dos tipos de cultura: la cultura legal y políticamente correcta, y la cultura ilegal, es decir, el acceso a los medios culturales por medios ilegales. ¿Debería de ser la cultura legal accesible para todos? ¿Es la piratería políticamente correcta para aquellas personas que no pueden permitirse un acceso legal a la cultura? ¿Radica el problema cultural únicamente en los precios? ¿Podemos los pobres solo culturizarnos legalmente cuando tienen lugar acontecimientos como la Fiesta del Cine?

Podéis escribirme a mrgalisteo@outlook.es para hacerme saber vuestra opinión respecto al tema. Muchas gracias por estar aquí durante una lectura más. Nos vemos en el siguiente post.

¡Un saludo!

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