¡Muy buenas noches a todos y a todas!
Hoy vengo a quejarme, criticar y desahogarme en estas líneas sobre el panorama político español. No sé ni como referirme a ello, porque creedme: la indignación que me provoca la política (y más bien los políticos) es tal, que me resulta casi imposible equipararla con algo semejante.
Nos hacen creer que los partidos políticos existen como modo de representación de los intereses de los ciudadanos; que luchan por nuestros derechos, por nuestras libertades; que todas las decisiones que toman las hacen pensando siempre en nosotros, en nuestro bienestar; que trabajan por y para el pueblo, para mejorar los problemas de la sociedad, para erradicar las injusticias; en definitiva: para el bien de la nación.
Y a nosotros, los españoles, no nos queda otro remedio que creer en sus palabras y depositar nuestra confianza en uno de los muchos partidos (que en verdad no son tantos porque representan los mismos intereses), en el que, dentro de lo malo, creemos que mejor va a representar nuestros intereses, pero que en verdad es la misma mierda, pero de distinto color.
Y es que, sin ir más lejos, el PSOE, por poner un ejemplo, hace un tiempo que dejó de ser fiel a su nombre. ¿Dónde quedó lo que se conocía originariamente como Partido Socialista Obrero Español? Supongo que eso fue lo que el viento se llevó.
¿Qué más da votar al azul, al rojo, al naranja o al morado? ¿Acaso eso ha importado, sin ir más lejos, en estas segundas elecciones? ¿De qué me sirve votar un color concreto si ese color va a acabar mezclándose y convirtiéndose en otro color? ¿De qué me va a servir, si realmente ninguno va a mirar por los intereses del pueblo? La respuesta es clara: de nada. Porque, como todos sabemos, la teoría es una cosa y la práctica es otra muy distinta.
Desde mi punto de vista, es un hecho que España se encuentra en la mierda: llevamos sin gobierno prácticamente un año, se siguen invirtiendo millonadas en cosas que no merecen la pena ni tienen futuro mientras que se sigue recortando en la sanidad y en la educación; la calidad de los escasos empleos que se "crean" brilla por su ausencia, ya que más del 90% de los contratos que se firman son temporales y, de ellos, la mitad duran menos de una semana; nos hacen pagar diez euros por una entrada de cine y veinte por un disco de música, mientras que nos exigen que no practiquemos la piratería; dos de cada diez niños se encuentran en riesgo de pobreza y exclusión social; la gente comete todo tipo de crímenes y todos los malhechores acaban en libertad, como mucho con cargos; todos nuestros políticos siguen robando y raro es el día que no se descubre un nuevo caso de corrupción... ¿Es necesario que continúe? Esto son solo algunas realidades aleatorias que están a la orden del día en España ¿Debo de estar orgulloso de mi país? Claro que estoy orgulloso de mi país en muchas cosas, pero hay muchísimas más cosas y mucho más graves desde mi punto de vista por las que creo que no debo estarlo.
Hoy, sin ir más lejos, se ha confirmado un nuevo aumento de la deuda pública, que sigue en máximos históricos desde que el Partido Popular tomó las riendas del país; y el Gobierno ha confesado que para diciembre del próximo año no quedará dinero en la hucha de las pensiones, algo que se veía venir desde hacía ya mucho tiempo...
Pero... ¿podemos hacer algo nosotros? En teoría, ejerciendo nuestros derechos que tenemos como ciudadanos españoles, pero... párate un momento y reflexiona: ¿no estamos eligiendo la misma mierda, solo que del color que más nos gusta?
Quizás solo sean divagaciones mías, en cualquier caso necesitaba compartirlas. Nos vemos en el próximo post...
¡Un saludo!
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